jueves, 20 de marzo de 2008

Cuadrito de lentejas

Yo no tengo ninguna posición declarada en relación al "día del padre". No me siento ni especialmente atraída por este tipo de efemérides, ni me molestan tampoco mucho.

Es más, este año se me ha olvidado completamente felicitar a mi padre. Así que ni le he llamado. Y ya lo siento porque, como les decía, no soy antidíadelpadre, así que suelo llamarle para mandarle un beso, aprovechando el día.


¿Para qué sirve un día del padre? Ese día, lo sabrán mis amigos lectores con niños en edad (pre)escolar, los papás reciben un cuadrito con lentejas pegadas y un texto escrito por la profesora "te quiero mucho papá". O una figurita de plastilina endurecida con alkil para poner, qué se yo, las llaves del coche... Y los niños se lo entregan a sus papás con la mayor de las ilusiones. Bien. Fantástico.


¿Para qué más sirve un día del padre? Para reunir a la familia en casa del abuelo, para llamar a un padre con el que se habla menos de lo que se desearía (perdón, papá). Tampoco está mal.


Pero, este año, mis nenes no han pasado el día con su papá. Lo han pasado con sus abuelitos paternos. Así que ha sido el "día del padre de rebote". O, mejor dicho, no ha sido nada. Porque mis suegros son de esos que nunca celebran ningún "día de". No sé que pasaría cuando llegara mi ex a casa con su cuadrito de lentejas. "Hijo, ¿qué es ésto?", diría mi orondo suegro. "Felicidades, papi", respondería mi ex y obediente hijo. "¡Día del padre! ¡Tonterías!". No sé, supongo que sería algo así.


La cosa es que, como los niños han tenido un "día del padre de rebote" pues he llegado a la conclusión de que mi ex no siente nada especial por ese día. ¿Le habrán podido dar su cuadrito de lentejas?
Ahora bien, otra cosa muy distinta será el "día de la madre". Me encantará estar con los niños y recibir con toda la ilusión su regalito: un marquito hecho de arcilla con una foto suya dentro; un ratoncito hecho con lanas y purpurina... Y lo colocaré en un lugar importante en el salón, para que se sientan muy orgullosos. Compraré pasteles y lo celebraremos mucho. El día de la madre celebraremos lo contenta y feliz que soy siendo su mamá.
No sé si será una invención comercial. Yo no compro nada para mis padres, ni querré regalos comprados de mis hijos. Pero, ¿estamos como para desperdiciar excusas para felicitarnos, besarnos y reconocernos lo mucho que nos necesitamos?
Por cierto, hoy es el día del agua. Que ustedes lo disfruten


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