
Así que debo darme prisa porque, de lo contrario, se llevará consigo todas las cosas buenas que me han ocurrido a lo largo de los últimos doce meses.
Por ejemplo, los amigos que he descubierto y los que he redescubierto. Hace unos días les hablaba a ustedes, mis queridos lectores (si alguno queda a estas alturas), sobre mis hallazgos en este ámbito. Yo misma me ví gratamente sorprendida por ello. Personas que estaban a mi lado cada día, los mismos días, con las mismas conversaciones y, de pronto, conectábamos. De una forma casi involuntaria, llegábamos a sintonizar, a comunicarnos de una forma totalmente nueva. Y resultaba tan fácil entenderse ahora! A todos ellos quiero hoy darles las gracias por dejarme descubrirles y exponerse a descubrirse ante mí.
Pero no sólo he descubierto a los demás. El hallazgo más arrollador ha sido, sin duda, encontrarme conmigo misma: dedicar tiempo a encontrarme con mi Yo más auténtico, a reflexionar sobre quién soy realmente, lo que quiero, a dónde me dirijo y cómo he previsto llegar hasta allí. Durante este año que termina he dedicado muchas horas a conocer y aplicar herramientas de autoconocimiento y de autoaprendizaje. Ha sido un ejercicio tan complejo que creo que me queda aún tarea para el año próximo. Empezar a conocerme de verdad me ha dado tanta energía, tanta fortaleza que empiezo a sentir que puedo llegar hasta donde me proponga. El año que comienza es una estupenda prueba a tanto poder recién descubierto. Les tendré al corriente.
Profesionalmente, sigo creciendo sin parar. Se abren nuevos espacios de desarrollo profesional en los que no había aún entrado y me apasiona lo que estoy descubriendo. Empiezo a vislumbrar cuáles son mis capacidades al respecto y siento que tengo mucho camino por delante. Es un desafío que va a exigir un trabajo constante y entregado. Me apunto al reto.
Mi papel de madre crece y crece. Es maravilloso volver a vivir el entusiasmo y la curiosidad del niño que vive tantas primeras veces al cabo del día. Sentirse parte de este proceso es como una dosis doble de vitaminas. Nunca antes había disfrutado tanto de ser madre y nunca antes lo había compaginado mejor con el resto de papeles que asumo feliz.
Día a día, siento que sigo madurando. Que voy entrando en esa plácida edad en la que desaparecen las inseguridades, las dudas, las miradas en busca de la aprobación del otro. Sentirme tan segura me ha hecho dar un paso más hacia mi plenitud como mujer. Es un descubrimiento divertido y sorprendente. Aunque hay momentos en los que echo de menos a alguien con quien compartir mi tiempo y mi espacio, lo cierto es que aprender a vivir de forma independiente me está aportando mucho sosiego y mucha seguridad, y me voy dando cuenta de que era necesario para afrontar la siguiente etapa de mi vida.
Y todo esto ha ocurrido en los últimos doce meses. Ya no soy la misma persona que hace un año. El cambio ha sido tan grande que espero tener tiempo para seguir asimilando todos estos procesos de mejora.
La felicidad ya no es un accidente en mi vida, se ha instalado en ella y yo he tenido mucho que ver en ello.
Este blog también es el resultado de todo este trabajo. Y por eso responde bastante aproximadamente a los distintos momentos por los que he pasado durante el 2008.
El interior, luminoso y reformado, ha encontrado su sitio en el espacio virtual y ha querido ser mi cobijo, y el de quien quisiera entrar en él, para volcar experiencias y reflexiones.
Gracias a todos los que me habéis regalado vuestro tiempo, vuestra confianza, vuestro compromiso, vuestra alegría, vuestro ánimo, vuestros consejos, vuestros conocimientos. Gracias por hacerme sentir parte de vosotros.
Espero poder devolver parte de ese regalo durante el año que ahora comienza.
Mis mejores y más sinceros deseos de felicidad para el 2009.