¿Se han preguntado ustedes (voy a usar el plural porque pensar en más de un lector genera en mí una tensión mucho más creativa que imaginar un monólogo al vacío), se han preguntado alguna vez el peso que tienen sus creencias en su modo de caminar por la vida?
Yo me lo he planteado alguna que otra vez pero, ahora que estamos en campaña electoral, voy dándome cuenta de la cantidad de creencias ajenas a mí que, sin ser consciente, dirigen en alguna medida mis decisiones.
Porque ¿es posible comulgar con toda la ideología de un partido político? ¿puede una persona, un codiciado votante, coincidir en todas y cada una de las propuestas del programa de cualquier partido? Yo no puedo.
Más bien, dejamos que la inercia nos lleve a reforzar las creencias que venimos sosteniendo, manteniendo y alimentando desde... siempre. Y, en lugar de preguntarnos, cuestionarnos, indagar y descubrir, "compramos" el "pack" PSOE o el "pack" PP, o el "pack" ... y así nos va.
Esta noche de martes vengo aquí a hacer campaña: campaña a favor de la DUDA, del CUESTIONAMIENTO, del PONER PATAS ARRIBA todas nuestras "programaciones", para lanzarnos a la aventura de descubrir qué queremos creer y por qué. Hasta dónde podemos llegar y hasta dónde queremos llegar.
"Por qué" es una palabra, dos en realidad, mágicas. Hagan el siguiente ejercicio tan a menudo como puedan:
Comience al levantarse. ¿Escucha usted la radio? ¿COPE, SER, Onda Cero...? ¿Por qué? Ajá. ¿Lo ve? Empieza el día con una ración de refuerzo ideológico. Test: cambie de emisora y descubra la otra cara de la realidad. No le pido que cambie su manera de pensar, sólo que convierta su mente en un pedazo de plastilina y moldéelo un rato. Siempre puede volver a dejar la plastilina como estaba.
Sigamos. Llega usted a la oficina. Vaya, lo de siempre. Millones de tareas que realizar en un tiempo limitado. ¡Volvió a caer en la trampa! Reflexione sobre la frase anterior. ¿Nada raro que comentar? ¿Es su trabajo siempre igual? ¿Quiere usted decir que nunca, jamás, ha sido su mañana diferente? ¿Puede quizá recordar algún ejemplo? Indague, indague. Estamos llegando al meollo de la cuestión: la duda.
Podríamos continuar con más ejemplos: reunión con mi jefe. "Seguro que vuelvo a quedar como un calzonazos". ¡Le pillé de nuevo! "Soy un calzonazos": otra terrorífico programa mental.
No seguiré enumerando. Le dejo continuar el ejercicio a usted. No quiero malacostumbrar a mis apreciados lectores.
¿Por qué no comenzar mañana, hoy mismo, a dinamitar este tipo de pensamientos? Se sorprenderán ustedes de los lastres que se sacarán de encima. Las creencias pueden ser LIMITADORAS. Sin ese tipo de programas, no tenemos límites. Llegaremos hasta donde queramos llegar.
Por mi parte, voy a tomarme muy en serio mis posibilidades de mejora.
Y les iré informando de ello, créanme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario